martes, 3 de mayo de 2016

Más allá de la pizarra

        La película nos hace reflexionar con respecto al trabajo docente, nos plasma una historia que desgraciadamente si ocurren en nuestro país, en donde las comunidades a veces no cuentan con lo necesario para impartir las clases pero lo más increíble es que es una historia basada en hechos reales, y más sorprendente aún es una historia que le suceden a muchos docentes, incluso a mi algún día me podría suceder y es bueno estar consciente de todo lo que abarca ser un maestro/a.

       Ojalá al llegar al aula los alumnos tuvieran todos sus útiles escolares en buen estado, lleven los materiales que se les pidan, las instalaciones estén adecuadas, pero como en la película se muestra, muchas veces la realidad no es así, un docente necesita buscar soluciones y resolver los problemas que se puedan presentar en el aula de clases, buscar la forma para que se llegue al aprendizaje esperado, a pesar de que los alumnos no cuenten con los recursos por falta de dinero, eso es ser un buen docente, amar su trabajo, darlo todo por ellos, por su educación, por su futuro. Para llegar al aprendizaje que se desea obtener en un alumno no se necesita tener el material más caro, simplemente se necesitan las ganas por aprender y encontrar los recursos que estén en nuestro alrededor, desde lo más económico, por ejemplo frijoles, corcholatas, piedras.

       Construir un ambiente de aprendizaje es una de las tareas más importantes para un docente, darles confianza, hacer las clases divertidas, despertarles esas ganas por aprender día con día, crear un aula llamativo, lleno de colores en las paredes, imágenes, fotos, dibujos de ellos mismos al momento de trabajar alguna tarea, motivarlos es lo más importante y te ganarás su corazón automáticamente y te recordarán toda su vida.

       

     
     

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